Dos poemas a Mariátegui, por César Tiempo y Ezequiel Martínez Estrada

José Carlos Mariátegui falleció el 16 de abril de 1930. Perseguido por el régimen de Leguía proyectaba instalarse en Buenos Aires. Noventa años después, el sitio de su archivo personal subió completa la revista Amauta. A un mes de su muerte, en el número 20 de La Vida Literaria de Buenos Aires (mayo de 1930), publicaron un número especial en homenaje al ensayista peruano con escritos de Franco, Lugones, Capdevila, Martínez Estrada, Gerchunoff, Doll, Uribe, H. Quiroga, Mendez Calzada, L. E. Soto, Barletta, Cascella, Yunque, César Tiempo y Glusberg. Los homenajes de Martínez Estrada y César Tiempo aparecieron en verso. Ambos serían incluidos en 1959 en un volumen con más de treinta escritos en homenaje a Mariátegui por editorial Amauta y con prólogo de Pablo Neruda. Cuatro meses después del número de La Vida Literaria, tuvo lugar el primer golpe de Estado en Argentina. Escritores del Mundo rescata ambos poemas para lectores contemporáneos del ensayista peruano. Los acompañamos con el «Retrato de José Carlos Mariátegui» (1926. Óleo sobre tela, 50,5 x 60,5) de Julia Codesido, la misma pintura que colocaron en tapa de La Vida Literaria (ver en Américalee).    


«En la muerte de José Carlos Mariátegui», por César Tiempo.

Dios le negó su gracia. Y con su propia

luz y su heroica fe forjó su mundo.

Junto a su soledad rondaba el vértigo.

Fue un corazón sonoro en el tumulto.

Tuvo su cruz y la trocó en bandera;

envuelto está en su resplandor más puro.

Fue el sembrador de América y no ha muerto.

He aquí su fosa: abierta como un surco.


«MARCHA FÚNEBRE EN LA MUERTE DE UN HÉROE. A Tres Voces Simultáneas» por Ezequiel Martínez Estrada. 

Jóvenes, alabad su bello nombre

EN LA AMÉRICA LIBRE RESONARÁ SU NOMBRE

Alabemos el nombre

que suena a grito en boca de metal,

COMO ENÉRGICO EPÍTETO VARONIL Y MARCIAL

limpio de todo mal

porque fue en él enaltecido el hombre

QUE INDIQUE EN LA ESTATURA DEL CARÁCTER DEL HOMBRE

de este hombre, que era hombre

en cuanto conserva aun de inmortal.

LO QUE EN LA TALLA FÍSICA LLAMAMOS COLOSAL,

en la acepción cabal.

Glorificado ha sido por la muerte,

NOS QUEDA, COMO SÍMBOLO ETERNO YA EN LA MUERTE,

Le sorprendió la muerte

vuelto a su trascendental magnitud;

EN TODA SU VERÍDICA Y EXCELSA MAGNITUD,

en plena juventud.

es la prueba en que el fuerte sigue fuerte

QUE ASÍ EL ÚLTIMO TRIUNFO DE PRONTO LO CONVIERTE

No era fuerte; ser fuerte

y alcanza, en fin, toda su plenitud.

EN SER QUE RECUPERA PLENITUD Y SALUD.

fue su mayor virtud.

Aun llegará al hermano que trabaja

DESDE SU NOBLE ESTRELLA HASTA NOSOTROS BAJA

A su sepulcro baja

al que piensa y al que ama, algo que no

LA LUZ PURA DE SU OBRA QUE ÉL MEDITÓ Y VIVIÓ.

y apenas si vivió.

podrá perderse nunca; es la ventaja

A TODOS LES LLEVABA AL FRENTE DE VENTAJA;

Cristal; brizna de paja

que tendremos sobre él; lo que nos dio.

COMO ELCUS DEBÍA PERDERLA, Y LA PERDIÓ.

que por sí misma ardió.

La América libérrima, que un día

ESTA REGIÓN DE AMÉRICA, RICA DE HÉROES UN DÍA,

Nos ha guiado un día

contra los opresores fue un titán.

YA NO ALUMBRA ESTOS PRÓCERES DE ENTRAÑAS DE TITÁN;

pero su voz fue tan

da vástagos heroicos todavía

EN SU MATRIZ EXHAUSTA ESPERA TODAVÍA

firme que todavía

en la gesta de la idea y del pan.

LA GRAVIDEZ DE OTRO HIJO QUE LE ESTRANGULARÁN

nuestros hijos la oirán.

Execrad la memoria del tirano

NO PUDO SOMETERLO LA MANO DEL TIRANO

Lo persiguió un tirano,

y el miedo de la plebe ahita y vil.

NI LA MUDEZ DE UN PUEBLO RURAL Y MERCANTIL;

la gente le fue hostil,

El tuvo la victoria de antemano

LEVANTÓ SU ENCENDIDO CORAZÓN EN SU MANO

pero él fue nuestro hermano

porque luchó con corazón gentil.

Y QUEMÓ EN ÉL COMO ÓLEO SU ESPÍRITU GENTIL.

de espíritu gentil.

Llevad rosas y mirtos a su augusto

MIRTO Y ACANTO LLEVEN A SU REPOSO AUGUSTO

Hoy un silencio augusto

reposo, hombres de América; el laurel

LOS JÓVENES; CORONAS DE PINO Y DE LAUREL

custodia su paz, fiel.

sentará bien a su semblante adusto;

ORNEN SU MAUSOLEO Y EL BRONCE DE SU BUSTO.

Una flor en su arbusto

llevad óleo a su tumba, y vino y miel.

EL BRONCE ES EL METAL EN QUE DIOS LE HIZO A ÉL.

nos cuenta todo de él.

Un gran artista en verso perdurable

YO, UN HOMBRE HUMILDE PERO DE VIDA IRREPROCHABLE,

Hombre admirable

cante un peón la gloria al vencedor

CANTO AL HÉROE ESTA MARCHA HEROICA EN DO MAYOR,

nuestro hermano mayor.

que, liberado de lo deleznable,

A AQUÉL DE QUIEN EXTINTO LO FEBLE Y DELEZNABLE.

Por él sea aceptable

luce en un alto y blanco resplandor.

QUEDA UNA SANTA HOGUERA DE BLANCO RESPLANDOR.

la vida y su amargor.


A continuación, las tres voces del poema de Martínez Estrada por separado. La primera es castiza y solemne; la segunda, monumental; la tercera, anticipando Radiografía de la pampa, amarga. ¿Por qué un coro? Mariátegui influyó en Glusberg y Martínez Estrada de La Vida Literaria por el último de sus siete ensayos «El proceso de la literatura» . Las tres voces del poema podrían responder a lo que Mariátegui dice que hace César Vallejo con la unidad de la poesía romántica. Más sobre Mariátegui en La Vida Literaria de Buenos Aires en Revista Guay.

Primera voz

Jóvenes, alabad su bello nombre

que suena a grito en boca de metal,

porque fue en él enaltecido el hombre

en cuanto conserva aun de inmortal.

Glorificado ha sido por la muerte,

vuelto a su trascendental magnitud;

es la prueba en que el fuerte sigue fuerte

y alcanza, en fin, toda su plenitud.

Aun llegará al hermano que trabaja

al que piensa y al que ama, algo que no

podrá perderse nunca; es la ventaja

que tendremos sobre él; lo que nos dio.

La América libérrima, que un día

contra los opresores fue un titán.

da vástagos heroicos todavía

en la gesta de la idea y del pan.

Execrad la memoria del tirano

y el miedo de la plebe ahita y vil.

El tuvo la victoria de antemano

porque luchó con corazón gentil.

Llevad rosas y mirtos a su augusto

reposo, hombres de América; el laurel

sentará bien a su semblante adusto;

llevad óleo a su tumba, y vino y miel.

Un gran artista en verso perdurable

cante un peón la gloria al vencedor

que, liberado de lo deleznable,

luce en un alto y blanco resplandor.

Segunda voz

EN LA AMÉRICA LIBRE RESONARÁ SU NOMBRE

COMO ENÉRGICO EPÍTETO VARONIL Y MARCIAL

QUE INDIQUE EN LA ESTATURA DEL CARÁCTER DEL HOMBRE

LO QUE EN LA TALLA FÍSICA LLAMAMOS COLOSAL.

NOS QUEDA, COMO SÍMBOLO ETERNO YA EN LA MUERTE,

EN TODA SU VERÍDICA Y EXCELSA MAGNITUD,

QUE ASÍ EL ÚLTIMO TRIUNFO DE PRONTO LO CONVIERTE

EN SER QUE RECUPERA PLENITUD Y SALUD.

DESDE SU NOBLE ESTRELLA HASTA NOSOTROS BAJA

LA LUZ PURA DE SU OBRA QUE ÉL MEDITÓ Y VIVIÓ.

A TODOS LES LLEVABA AL FRENTE DE VENTAJA;

COMO ELCUS DEBÍA PERDERLA, Y LA PERDIÓ.

ESTA REGIÓN DE AMÉRICA, RICA DE HÉROES UN DÍA,

YA NO ALUMBRA ESTOS PRÓCERES DE ENTRAÑAS DE TITÁN;

EN SU MATRIZ EXHAUSTA ESPERA TODAVÍA

LA GRAVIDEZ DE OTRO HIJO QUE LE ESTRANGULARÁN

NO PUDO SOMETERLO LA MANO DEL TIRANO

NI LA MUDEZ DE UN PUEBLO RURAL Y MERCANTIL;

LEVANTÓ SU ENCENDIDO CORAZÓN EN SU MANO

Y QUEMÓ EN ÉL COMO ÓLEO SU ESPÍRITU GENTIL.

MIRTO Y ACANTO LLEVEN A SU REPOSO AUGUSTO

LOS JÓVENES; CORONAS DE PINO Y DE LAUREL

ORNEN SU MAUSOLEO Y EL BRONCE DE SU BUSTO.

EL BRONCE ES EL METAL EN QUE DIOS LE HIZO A ÉL.

YO, UN HOMBRE HUMILDE PERO DE VIDA IRREPROCHABLE,

CANTO AL HÉROE ESTA MARCHA HEROICA EN DO MAYOR,

A AQUÉL DE QUIEN EXTINTO LO FEBLE Y DELEZNABLE.

QUEDA UNA SANTA HOGUERA DE BLANCO RESPLANDOR.

Tercera voz

Alabemos el nombre

limpio de todo mal

de este hombre, que era hombre

en la acepción cabal.

Le sorprendió la muerte

en plena juventud.

No era fuerte; ser fuerte

fue su mayor virtud.

A su sepulcro baja

y apenas si vivió.

Cristal; brizna de paja

que por sí misma ardió.

Nos ha guiado un día

pero su voz fue tan

firme que todavía

nuestros hijos la oirán.

Lo persiguió un tirano,

la gente le fue hostil,

pero él fue nuestro hermano

de espíritu gentil.

Hoy un silencio augusto

custodia su paz, fiel.

Una flor en su arbusto

nos cuenta todo de él.

Hombre admirable

nuestro hermano mayor.

Por él sea aceptable

la vida y su amargor.